lunes, 17 de mayo de 2010

TEORÍA DEL COLOR: CORRECTORES PARA LA PIEL.



CÍRCULO CROMÁTICO:


En el arte de la pintura, se utiliza el principio de oposición de los colores, simbolizado por el círculo cromático, según el cual la intensidad de un color se atenúa cuando se le añade su opuesto. Así, en el círculo cromático, el verde es el color opuesto al rojo y el amarillo es el color opuesto al azul. Mezclados entre sí, los colores opuestos se neutralizan. Si retomamos este principio y lo aplicamos para corregir las imperfecciones de la piel, nos da como resultado un camuflaje impecable, por lo que usaremos menos correctores, logrando una apariencia con menos maquillaje y mucho más natural.


EL VERDE APAGA EL ROJO:


Las imperfecciones rojas van desde las ligeras (como granitos, manchitas post-acné y pequeñas cicatrices) hasta las que son un poco más severas (como las manchas de nacimiento rosáceas, cicatrices muy recientes y vasos sanguíneos muy visibles).
En este caso, debes utilizar un corrector en tono verde, ya que, al aplicarse sobre la imperfección roja, la va a neutralizar y, por ende, ésta tenderá a desaparecer.



EL AMARILLO APAGA EL AZUL:


Las imperfecciones azuladas comprenden desde las típicas ojeras y manchitas grisáceas, hasta lunares, moretones, hematomas, cicatrices y venitas varicosas.
Para estas imperfecciones, lo más conveniente es usar un corrector amarillo que neutralice los azules de las mismas, para que se disminuyan lo más posible.



CAMUFLAJE PERFECTO:


Para las imperfecciones más leves, utiliza un corrector de textura más líquida y ligera. Si necesitas neutralizar cosas más severas, opta por los correctores en barra.
Toma un poco de corrector con la punta del dedo y aplica sobre la imperfección dando pequeños golpecitos, hasta que notes que ésta desaparece. Recuerda que es más fácil ir añadiendo producto gradualmente que retirar el exceso.
Después de aplicar el corrector de color, asegúrate de utilizar sobre éste otro corrector del mismo tono de tu piel, o bien, tu base de maquillaje para unificar la tez y hacer invisible la corrección. Procura aplicar dando ligeros golpecitos, para no borrar lo que ya se ha corregido.
Finalmente, termina con polvos sueltos, los cuales debes aplicar con una brocha grande para eliminar el brillo y sellar perfectamente el corrector y la base de maquillaje.

Tip: no olvides tomar en cuenta tu tipo de piel (grasa, sensible o seca) para elegir el corrector más adecuado para ti.

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